El manipulador by Francisco Lorenzo

El manipulador by Francisco Lorenzo

autor:Francisco Lorenzo [Lorenzo, Francisco]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2024-03-31T00:00:00+00:00


* * *

Antonio Serván analiza una vez más lo que captan las cámaras instaladas en el cuarto de pensar de Yoel. A no ser que, en los rincones que las lentes no alcanzan, haya algún detalle comprometedor (lo cual sería muy mala suerte), todo sigue en orden. Estaba previsto que Yoel encajase las piezas, aunque aún le faltan algunas importantes.

Hace un par de horas, durante la discusión con Ángela, alguien lo llamó por teléfono. Quienquiera que fuese debió de comunicarle algo que no resultó de su agrado, dada la forma en la que reaccionó. Hablaban de unos resultados. La cara de Yoel, captada por las cámaras, y su voz, captada por los micrófonos, fueron todo un poema. Lástima no haber podido escuchar ambos lados de la conversación. En cualquier caso, Yoel no recibió las noticias con alegría y se marchó de casa al instante con aire de rabia.

Pendiente como está de la pantalla, Serván capta el momento de su regreso. Aparece alterado y desaliñado, con el pelo revuelto y la camisa medio por fuera de los pantalones. Y con una marca de pintalabios en el cuello. Es obvio que se ha acostado, o al menos liado, con alguien. Esta infidelidad hacia Ángela no se la esperaba, pero le viene que ni pintada.

A Yoel no parece importarle. Se dirige hacia la pared norte del cuarto de pensar. Luego, recorre con el dedo varias anotaciones que hay en la oeste. Coge un papel sin estrenar del taco y, apoyado en la pared, escribe algo en mayúsculas, algo que el espía puede leer sin problema gracias al zoom de la cámara: AMENAZA DE SERVÁN.

—¡Vaya, Yoel, por fin lo has recordado!

Temía que no lo hiciese. Es consciente de que, cuando lo amenazó mirándolo a los ojos, hace tantos años, Yoel estaba borracho. Parece lógico que sus palabras cayesen en el olvido. Pero listo, problema arreglado. Lo ha recordado. Lo que le ha dicho en la cafetería en ambos encuentros ha surtido efecto. Así se cumplen, una vez más, sus previsiones.

«Lo siguiente que hará será… Veamos… Sí, contactar con Carol y reunirse con ella. Es lógica pura y dura».

Por lo demás, está tranquilo. No hay constancia de aquella amenaza, salvo la palabra de Yoel. Y, teniendo en cuenta las anotaciones que ha hecho sobre lo comentado con sus superiores y compañeros, su credibilidad al respecto está decayendo. Les parece obsesionado. Yoel lo sabe, así que no revelará nada sobre el tema hasta encajarlo mejor en la trama de los crímenes. Por eso la ha anotado en un papel, aunque aún no tiene claro dónde clavarlo.



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